VISITA GANADERÍA D. ADOLFO MARTÍN (12/03/2017)
El domingo 12 de marzo llevamos a cabo la visita a la ganadería de D. Adolfo Martín. Estaba programada para el
mes de diciembre, pero tuvimos que aplazarla por culpa de las inclemencias meteorológicas.
La finca Los Alijares, situada entre los términos de Almorahín, Miajadas, Escurial y Villamesías,
acogió hasta la fecha la salida más numerosa de cuantas hemos hecho, pues hasta 53 personas
entre socios y no socios nos desplazamos hasta tierras cacereñas para disfrutar de un gran día
en el campo. El agua caída durante el invierno hacía que la finca luciese sus mejores galas y los
toros disfruten de un hábitat envidiable.
Jesús, el guía de la visita, nos recibió en el salón de Los Alijares e hizo una brillante
introducción y defensa de lo que constituye el mundo del toro en general y su vida en
particular en la dehesa, donde las personas adquieren valores y una madurez que no te dan
otros campos, “esto no es Walt Disney, es la vida real”. El día estaba soleado pero el fuerte
viento que imperó durante toda la jornada hizo que el caldo de bienvenida fuese muy bien
recibido por todos.
Una vez instalados en el remolque, perfectamente preparado para las visitas, fuimos viendo la
camada de D. Adolfo a través de los diferentes cerrados, empezando por los erales, cuya
diferencia con los utreros es abismal, pese a llevarse únicamente un año de diferencia. Algunos
de estos últimos ya lucen remates y caras propias de cualquier plaza de primera categoría. Los
cuatreños, con miradas más vivas y la seriedad propia de la edad, se movían en cercados más
amplios. Como bien no explicó Jesús, en esta casa no hay corredero por lo que a los toros les
ponen la comida a una gran distancia del agua, como toda la vida. Por último, vimos los
cinqueños, en uno de los prados más bonitos de la finca, dominada toda ella por berrocales y
encinas.
Cuando pensábamos que habíamos terminado de ver toros, llegó el plato fuerte. Descendimos
del remolque y desde una de las tapias que separan varios cerrados pudimos ver los toros que
el ganadero tiene reseñados para la Feria de San Isidro y que estoquearán el 9 de junio
Antonio Ferrera, Juan Bautista y Manuel Escribano. Una corrida seria y fuerte, perfectamente
ya rematada, pese a que quedan casi 3 meses para ser lidiada. El poder ver los toros a menos
de 10 metros hizo las delicias de los presentes, como así comentaban en el almuerzo previo a
la comida, que consistió en huevos rotos con “morcilla de pobre”, regado con Rioja y cerveza.
Acto seguido nos sentamos a comer en el salón, en donde nueve cabezas de toros e
innumerables premios y menciones (entre ellos el trofeo que entregamos al ganadero el día
del coloquio en Macotera) hacen del mismo un lugar muy taurino. La comida ponía punto y
final a una jornada de campo espectacular, donde el epílogo lo pusieron la guitarra y el cante
flamenco a cargo de profesionales de ese mundo, a los que dieron la justa réplica Fidel y Juan
el Comenencias, llevándose los aplausos de todos los presentes.
Destacar que, salvo excepciones, la mayoría de los toros que vimos estaban sin fundas, lo que
nos hizo disfrutar más aún de la visión del toro en el campo.
Por último, dar las gracias a Jesús por el reloj de pared que regaló a la Asociación, así como por
las atenciones recibidas desde el momento en que contactamos con él para organizar la visita
y que la misma fuese exclusivamente para nosotros, lo que hizo que nos sintiésemos como en
nuestra propia casa.
Firma: Antonio Jiménez Zurdo