20241102 XI Coloquio Justo Hernández
El sábado 2 de noviembre la Asociación celebró su XVI coloquio con la presencia de Justo Hernández Escolar, propietario de la ganadería Garcigrande. Tras la presentación, empezó repasando los inicios de la ganadería, creada por su padre, Domingo Hernández, y el motivo por el que se decantó por la procedencia Juan Pedro Domecq para crear su propio hierro. Al principio su padre era el único que tomaba notas en los tentaderos y él participaba en los mismos, hasta que un día, además de seguir tentando, decidió tener sus propias anotaciones, que ponía en común con su padre, aunque las decisiones por aquel entonces dependían únicamente de Domingo. Con el tiempo, le cede el testigo de la ganadería y empieza a buscar no un toro completo o distinto, sino formas de embestir.
Preguntado por la suerte de varas, le da una importancia relativa, pues manifiesta que el toro no sabe lo que es caballo ni la muleta, y por tanto no comparte la idea que dice que la bravura se mide en el caballo. Sobre otra ganadería que le guste manifestó que Cuvillo y alabó el gran trabajo que hizo su antiguo propietario, Álvaro Núñez Benjumea.
Manifestó que en estos 40 años de ganadería han tenido la fortuna de contar con el beneplácito de las figuras, mencionando a Jesulín, Joselito y El Juli, y que no es casualidad que estos toreros que marcan época hayan estado ligados a algún hierro en concreto. Refirió que a raíz de hablar con El Juli y de que entendiese el tipo de toro que buscaba o sus inquietudes ganaderas, el resto de ganaderos de Salamanca le empezaron a tener más en consideración.
Así mismo, indicó que las reuniones ganaderas entre los criadores de Castilla y los criadores de Andalucía eran muy distintas, pues los castellanos son más reservados y se guardan los secretos, se hablan más cosas de tratos o de cobros, mientras que los andaluces son más técnicos y teóricos, rizando a veces excesivamente el rizo en la búsqueda del toro perfecto o de determinadas cualidades.
Preguntado por lo que se le pasó por la cabeza cuando El Juli anunció su retirada y la repercusión negativa sobre su ganadería, reconoció que le dio vértigo, que en algún momento se ha planteado variar la selección y buscar un toro menos exigente, pero que cuando sale en un tentadero una vaca de ese estilo, la deja sin lugar a dudas. Salió la afición de su padre por el mundo de los galgos y que empezó a correr los toros un poco pensando en que, igual que se ejercita a un galgo, había que hacerlo con los toros y más a raíz de la anécdota de un toro que en el campo les dio muchísima guerra pues no paraba y se saltaba todas las tapias y luego en la plaza se le concedió la vuelta al ruedo.
Finalmente, reconoció que la plaza donde acude con más presión es Sevilla, donde han logrado sus mayores éxitos y fracasos, que son la ganadería con el record de toros rechazados una mañana de reconocimiento y que el problema de la televisión radica más en que no se televisen corridas en abierto para intentar enganchar a público novicio, pues con un canal privado sólo se consigue que lo vean personas que ya son aficionadas al mundo del toro.
El acto finalizó con la entrega al ganadero de un trofeo como recuerdo de su paso por la Asociación y de un álbum de fotos de la capea que en 1980 los aficionados de Macotera hicieron en Garcigrande. También se entregaron los premios del concurso de fotografía taurina San Roque 2024, en concreto 120 € a Ignacio Chico Lurueña como ganador y el libro “Toro y Tauromaquia. Vivencias” a Braulio Hernández Martínez como segundo clasificado.
Fdo: Antonio Jiménez Zurdo