Visita Finca José González

El domingo 10 de abril volvimos a recuperar nuestras actividades camperas tras más de dos años de parón por la pandemia. Había ganas de volver a juntarnos y por eso programamos un día completo, visitando por la mañana la ganadería de Jesús González, en Cabanillas de la Sierra (Madrid), y por la tarde yendo a Las Ventas para presenciar la que se suponía una exitosa corrida por parte de Emilio de Justo con seis toros de distintas ganaderías en solitario.


El día amaneció cerrado pero con buena temperatura y los 60 socios que se apuntaron a la jornada llegaron puntuales a la cita en la finca Los Palancares. El ganadero nos estaba esperando con un tentempié y una vez ubicados todos en los remolques, comenzó por enseñarnos dos lotes de vacas con sus correspondientes sementales. Inicialmente, la ganadería estuvo formada por animales de sangre Santa Coloma. Posteriormente, cambió su procedencia para pasar a tener sangre Núñez, vía el Retamar. En la actualidad, predominan los animales de ascendencia Domecq. Una vez visitados los dos cercados de las hembras, pasamos a ver los distintos cerrados donde el ganadero aparta los toros por tamaños y destinos. Desde el principio pudimos comprobar lo bien cuidados y comidos que los tiene (8 kg. de pienso al día para cada animal nos indicó el ganadero). Toros serios, fuertes y muy ofensivos esperan para pisar las principales calles en los festejos populares de nuestra geografía, principal mercado de esta ganadería. 

Una vez finalizada la visita por los cercados, volvimos al acogedor salón para matar el hambre con un aperitivo, al mismo tiempo que presenciábamos la tienta de un utrero a cargo del matador de toros maño Jorge Isiegas. Terminado el mismo y tras hacernos la foto de grupo con el torero y el ganadero, disfrutamos de una gran comida en el salón, compuesta por unos entrantes de ibéricos y unos judiones. Las risas y el cante hicieron acto de presencia, en un gran ambiente de camaradería. 


Partimos hacia la plaza de Las Ventas con la esperanza de presenciar una gran tarde de toros, como todo hacía presagiar. Pero en el primer toro, Emilio de Justo sufrió una fea voltereta que le impidió continuar la lidia, de la cual tuvo que hacerse cargo nuestro paisano Álvaro de la Calle. Con mucha dignidad y sin pedir una sola pausa, pasaportó a los cinco toros, mostrando variedad durante toda la tarde y yéndose incluso a la puerta de chiqueros para recibir al sexto. Toda una gesta.



Firma: Antonio Jiménez Zurdo


Fotos: Daniel Hernández Donato